Contradicciones desde el paro

Lo que le ocurre a una persona trabajadora cuando después de tantos años se queda sin trabajo sólo lo sabe ella misma. La sensación de impotencia pero a la vez de alivio por dejar de aguantar ciertos aspectos laborales es engañosa. No entiendes por qué te ha sucedido a tí cuando este país está lleno de parásitos y chupapollas que no valen ni para freir un huevo, pero en tu afán de mejora y sobreponerte al cambio y a la adversidad buscas el lado positivo. Un lado positivo que se va apagando conforme pasa el tiempo, renuevas la demanda de empleo y sólo te han llamado para hacer una entrevista para un puesto de trabajo que ni siquiera te interesaba.
Sensaciones contradictorias de esperanza y desánimo, tiempo libre y aburrimiento, oportunidad y acomodamiento.... pero eso sólo lo sabe la misma persona que se ha quedado en paro.
Como decía un buen amigo mío ¡viva el parasitismo social!